¡Que aguacero por Dios!
La mitad de los calatravos salió despavorida ante tanta agua.
Ya se sabe que muchos freires lo de la ducha lo llevan fatal.
Los que nos quedamos lo pasamos genial. Valió la pena la apuesta.
Fadrique, yo creo que lo tuyo con los cascos no es de los cascos es que estás mal hecho jaajajajajajaajajaja